Sara García Gross: "los retrocesos en nuestra región repercuten en nuestros cuerpos y en nuestras vidas"

El Salvador posee una de las leyes más severas para castigar los casos de aborto en Centroamérica. En ese país, desde el año 1997 el aborto cuenta con una penalización absoluta, lo cual ha llevado que muchas mujeres hayan sido criminalizadas y privadas de libertad.

La activista salvadoreña, Sara García Gross, señala que existe una pérdida de la humanidad cuando una mujer ingresa a un centro de salud público para atenderse un sangrado, un parto prematuro o un aborto espontáneo, todo ello como consecuencia de la severidad de las leyes.

"La penalización absoluta del aborto ha generado consecuencias para un sector de la sociedad salvadoreña, especialmente para aquel que debe acudir a los centros de salud públicos (…) Atenderse alguna emergencia relacionada con el parto provoca una investigación y la mujer empieza a ser tratada como presunta asesina", dijo García Gross durante una conversación con la periodista de France 24 Erika Olavarría.

Sara García Gross: "los médicos están de manos atadas"

Como es conocido, en varios países el aborto es permitido en algunos casos, uno de ellos cuando exista un riesgo para la vida de la madre. Esta situación se ha presentado en El Salvador y los médicos no han podido salvar vidas por el temor a participar de un acto ilegal.

"Los médicos están de manos atadas en muchos casos, tienen miedo porque pueden ir a la cárcel", dijo la activista.

Por una serie de casos que se han presentado en el país, y que han llevado a varias mujeres a estar privadas de la libertad, García Gross trabaja en conjunto con otras mujeres para lograr una despenalización del aborto o la vuelta de la legislación previa a 1997.

"Nosotras acompañamos la lucha para que se despenalice el aborto para ciertos casos. Creemos que el tema del aborto debe ser tratado desde una perspectiva de derechos humanos, científica y laica", dijo García Gross.